DIDIER ARENAS OSPINA

“LA VOZ DEL PUEBLO”
¡UN AMIGO MÁS!

Es la mañana del domingo 21 de noviembre del 2010, en medio de las coloniales calles de  Salento el silencio  de la plaza es interrumpido, por la voz del pueblo, es  Didier Ospina Arenas,  más conocido como un amigo más, un hombre con espíritu agallador.

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LA FACETA LABORAL DE UN AMIGO MAS

Su trabajo es producto del rebusque, de la creatividad del ingenio y de las ganas de salir adelante. La  historia de este particular hombre,  surge  una noche bajo la luz tenue de las calles de Salento, en medio de la angustia y del desespero por falta de empleo.

La historia de la voz del pueblo no ha sido simple, la idea surge por la necesidad de un empleo, y en vista de la dificultad para lograrlo nació esta ilusión hace más de diez años,  la historia de este hombre con espíritu agallador.

La ilusión inicio con la  creación de una hoja, bastante particular, no la  convencional, que se queda debajo del escritorio, si no  una hoja de vida, muy peculiar, estilo afiche. Didier  nunca portaba un traje paisa, sombrero, carriel como el que hoy lleva, a esa hoja de vida   le agrego algunas  unas fotos de cuerpo y medio cuerpo, con el traje de típico arriero paisa, un amigo mas, buscaba con eso no parecer un  tipo encorbatado y con mucho estudio, Didier buscaba obtener un trabajo a sus capacidades y a lo que sabe hacer, el buscaba con eso que un parque temático, como panaca o el parque del café lo contratara, así con esta pinta.

“Yo nunca había llegado a coger un micrófono, pero me nació esta idea, y de verdad que soy feliz, servirle al pueblo una maravilla”

Después de enviar numerosas hojas de vida a muchas empresas y en vista de no ser llamada por ninguna, la desolación y desespero se apoderaban de él. Pero fue eso quien lo impulso a bajo aquella noche en bajo la luz de la luna Salento, a ser “la voz del pueblo”

Entonces las ganas de trabajar, y de hacer la cosas, presto  una carreta de mano, presto unos equipos de perifoneo, y dijo: yo voy   hacerle publicidad, voy a servirle al pueblo, como ha de ser que con esto yo no me consiga la comida.

Didier cuenta con alegría y nostalgia como ha sido su proceso en esta labor de servirle a la comunidad, como él dice. Un día salió con una carreta comenzó a pasar avisos, como: que se perdieron las llaves, que se perdió la cedula, que la señora boto  el bolso, que el señor está vendiendo el caballo, que se está vendiendo la casa, a través de esos servicios que Didier le prestaba a la comunidad, fue viendo los 2 mil pesos, los 5 mil pesitos, los 10 mil. Entonces aquí encontro una forma de empleo y que mejor que sirviéndole al pueblo.

“Yo nunca me quede estancado”

 Didier se propuso progresar, y dijo  vamos para adelante, después monto los equipos en una mula, cogió una burrita y le puso  los equipos, le puso publicidad, pero la idea no era molestar mucho al animalito, solo duro unos días.

De ahí armo una silla de ruedas, a esa silla le puso una capota para que no se le mojaran los equipos y allí recorría las calles de Salento.

Después armo un triciclo de darle pedal, comenzó a recorrer y como ya quedo más grande, le tocaba pedirle ayuda a la gente para subirlo por las lomas, a Didier no le gustaba ese trajín. Entonces  le puso un motor, y salió más animado, pero como también era pesado, se le quedaba en  las lomas, y el motorcito no le sirvió de mucho, no le aguanto, hasta se le zafaba la cadena

“yo sé que nunca voy a coger un micrófono para insultar e irrespetar a la gente"

LA VIDA DE LA VOZ DEL PUEBLO

Didier Arenas, nació en Circasia, pero su niñez y toda su vida la ha vivido en las coloniales calles del padre del Quindío, en la cuna del árbol nacional, Salento. Es casado con una bella mujer Adriana es su nombre, y es la madre de sus dos  hijos.

Es papa, es esposo, es hijo, es hombre, es corazón, es fuerza, es nobleza y es un amigo más.  

Didier más conocido como un amigo mas,  es un hombre de espíritu agallador,  se considera como  una persona del común, pero que tiene una  imagen y un reconocimiento, que ha construido a lo largo de los años.

Es un hombre, berraco, que ha sabido vencer los obstáculos que le ha puesto la vida, sencillo, con un carisma arrollador, amabilidad inmensa, una sonrisa soñadora y una mirada noble.

El es Didier el hombre que con esfuerzo ha salido a delante, y hoy es el orgullo de sus hijos, de su familia y de un pueblo entero que admira su labor.

“Mi sueño es que Salento tenga una emisora local, comunitaria, luchare por esto”

Pero gracias a un crédito que le financio actuar fami empresas pudo acceder a un jeep wilis, lo engallo, lo pinto tricolor y hoy le ha dado infinitas alegrías, ese wilis se llama “yo soy de Didier”” es su amigo incondicional y  cómplice de sus sueños, por que juntos recorren y alegran las calles de Salento.

Su amigo Juan Hugo Cañas asegura que Didier es una leyenda, un hombre amable, cordial y con espíritu “agallador”

BAJO LA OSCURIDAD

Son muchas las dificultades por las cuales ha tenido que pasar Didier a lo largo de su vida.

No falta la gente a quien le disgusta lo que hace la voz del pueblo.

Hubo momentos en el que Didier dijo “voy a colgar el sombrero” y son muchos los momentos en que la duda y la incertidumbre se apoderaban de él, cuestionamientos como el ¿será que lo hago o persevero y espero el día de mañana? Fueron su barrera.

Además de las diversas opiniones que se generaron alrededor del la emisora ambulante, personas llegaron a cuestionar de donde salían los recursos para movilizarse, jocosamente Didier cuenta que niños se acercan a él y le preguntan que si no tiene más ropa, ¿Qué porque viste siempre igual?

El proceso ha sido ascendiente, primero Inicio con una carreta, luego con una mula, al poco tiempo adecuo una silla de ruedas, construyo un triciclo y en la actualidad se moviliza en un jeep wilis.

Didier seguirá recorriendo las calles de Salento, mientras tú tienes, un amigo más.